lunes, 8 de septiembre de 2008

Lo que posees acabará poseyéndote



Pues pensaba yo el otro día después de oír a una amiga que estaba sin televisión en casa, desesperada porque no sabía qué hacer si no era ver sus programas preferidos.


Me vino por pensar cómo puede ser que dependamos tanto de todo lo que nos rodea, y es que ciertamente, cuanto más posees, más eres poseído. Sin querer, las personas nos aferramos a aquello que tenemos y desgraciadamente, sólo nos damos cuenta de cuánto lo necesitábamos cuando lo perdemos. Esto se agrava aún más en una sociedad de consumo en la que pertenecemos actualmente.


Uno de los problemas de tenerlo todo a nuestra disposición es que se pierde la ilusión por las cosas. Un individuo nacido en una familia media conseguirá la mayor parte de sus deseos en un tiempo muy reducido, ya que sus padres, familia, amigos... se lo aportarán.
Un ejemplo para comparar es un niño actual a un niño de hace 15/20 años. Aquel niño tenía que esperar a ese día en el cuál los Reyes le dejaban su presente en la sala de estar, esperar a una mañana de enero para abrir su regalo de Navidad, su increíble y preferido héroe.

Esa ilusión durante todo un año para conseguir lo que deseaba tanto y luego pasaba horas y horas jugando, montándose sus historietas, sus batallitas. ¿Cómo podemos afirmar que se sentía la misma ilusión que ahora? Cuando sin más rodeos el niño le pide a su padre el nuevo videojuego y ese mismo fin de semana van a comprárselo, y es que ese juego acabará dejándolo de lado por el juego del fin de semana siguiente. Eso no es ilusión, eso es capricho.


¿Qué estamos haciendo, entonces, de una sociedad sin ilusiones que piensa que el día de mañana va a tener todo lo que quiera, como hasta ahora? Y además, que los juguetes de los mayores sean más caros que los de los niños hará que sean más difíciles de conseguir llegando a un estado anímico bastante demacrado por no poder conseguirlo tan fácilmente. Lo que quiero dar a entender con esta reflexión es que la ilusión no la debemos perder.

Pienso que hay dos tipos de ilusión, una más fácil de sentir o, mejor dicho, más duradera que la otra. La primera es la ilusión por tener una meta en la vida, bien sea llevar adelante los estudios, comprar un videojuego, adquirir un coche, tener un buen trabajo donde te sientas realizado, una vivienda, conocer su amor o "a su media naranja"... son sueños que esperamos cumplir en la vida, metas que conseguir. Esta ilusión se mantiene hasta que las conseguimos. ¿Y qué pasa cuando las conseguimos? Pues tras superar ese reto, tomamos lo que hemos conseguido como algo ya ganado, propio y que no vamos a perder, como algo normal en nuestro entorno. Es esta segunda fase de ilusión la que difícilmente podremos mantener. La ilusión día tras día de haber conseguido un coche con el que desplazarte es muy difícil de tener ya que como lo poseemos, no le damos apenas importancia y damos un paso más: crear nuevos retos que nos satisfagan la ilusión por poseer algo nuevo.


Así es la vida de muchos, queriendo conseguir nuevos retos, en una sociedad de consumo donde es más popular el que más actualizado esté. Qué difícil ser feliz así, ¿verdad? ¿No sería mejor conformarse y valorar lo que tenemos? Ahí queda.


-¿Para qué queremos poseer un reloj si no podemos dominar el tiempo?
-Para que el tiempo nos posea.


~Todo por hoy~




Atte: Carlos





A vosaltres dos, que em vigileu, ho sé... Vos vull!! :)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo ser humano peca de avaricia. Es uno de los siete pecados, (bueno ahora son más) y probablemente el que menos se confiesa ante los confesionarios... Ya que de esa avaricia hay en pequeñas dosis...
Quien dice "Quiero esto" ya está pecando de avaricia. Incluso querer paz en el mundo es avaricia, aunque no sea una avaricia malsana.
O querer un coche, o querer un empleo... O querer a una persona.

La palabra "querer" es la forma verbal de avaricia.

El ser humano nunca se conforma con lo que tiene... Siempre quiere más.


(Ya se que no tiene demasiado que ver con tu texto, pero es una idea que siempre me ronda por la cabeza y me apetecía plasmarla).

musicarlos91 dijo...

De eso se trata elena (pon tu nombre asdasd) de comentar. Está bien tener sueños en la vida, es lo que le da sentido para vivir día tras día. El problema es que hoy en día las cosas que antes costaban conseguir, las tienes más a mano(y de ahí viene el ejemplo del niño). Pero bueno es la avaricia, sí el pecado que hace que nunca estemos contentos con lo que tenemos, siempre hace falta algo para alcanzar la felicidad, por tanto, de esa manera es díficil de conseguirla porque si siempre necesitas algo más, es una rueda sin fín...ya me entiendes xd byee

Shigeru dijo...

Buenas!!
Me encanta como escribes, te expresas muy bien.
Personalmente, en la actualidad sólo 'quiero' una cosa, y puesto q es un objetivo a largo plazo no me preocupa demasiado por ahora. Ahora bien, espero que cuando alcance mi objetivo, siga ilusionándome día a día de la manera en que lo lleva haciendo tanto tiempo, ya que lo que quiero no es algo tangible. Aparte de esto pienso que no necesito nada más de lo que tengo (probablemente me equivoque, ya que siempre siempre se quiere algo más; quizá sea mi sueño el que se encargue de eclipsar el resto de cosas :P).

Saludos!

musicarlos91 dijo...

Hola shigeruu! eres el wiz no? xD me alegra que te guste :P ya me pasaré por tu blog y ya hablamos que no toy en casa ;)

Saludos.