viernes, 27 de febrero de 2009

La cuenta atrás




Y llegó el día, llegó la hora en que uno pasa a ser de repente un niño a un adulto. No sé si habréis captado la ironía pero resulta evidente que la cosa no es así. Pasar de los 17 a los 18 años, un mero trámite burocrático en el cual no tiene más sentido que ese, ya que el pasar de una edad joven a una adulta es el fruto de muchos años y no tan sólo de un día, en el cuál todo es celebración y el precedente para pasarlo en grande con los más queridos.

Buscando y pensando en el pasado, he encontrado algunas imágenes de aquella infancia que he dejado atrás, pero no obstante, como ya he dicho, todo queda en un apartado dentro nuestro, guardado y que nos acompaña durante el resto de nuestros días. Unos años llenos de felicidad expresada en cada instante, acompañado de todos aquellos que estuvieron, están y estarán tanto a mi alrededor, como en mi interior. Y es que sin todos ellos, (y vosotros, los que leéis) no sería lo que soy. Nada importante para la humanidad pero sí para lo que me rodea. Con una gran frase se resume: "Yo soy yo y mis circunstancias" José Ortega y Gasset. Es cierto, por otro lado que los 18 te permiten realizar actividades que antes no podías hacer dentro de la legalidad pero no creo que sea lo más importante ahora mismo. En definitiva, no me voy a alargar demasiado, filosóficamente hablando, e iré al grano.

Sí que quiero acompañar esta entrada con un recorrido de algunas imágenes que he recogido de mi vida. Un recorrido bastante desigual ya que no conservo una de cada año, de manera que quede como un collage.




...si trajera tu presencia
a esta noche que no acaba...

~Todo por hoy~

Atte: Carlos


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