jueves, 24 de junio de 2010

El caballero Geek


 El caballero, seguido por su oscura sombra se acercó a la cámara, atraído por unos destellos que provenían de un cofre. Descendió de su caballo, protegido por una sotana azul eléctrico, algunas protecciones en el omóplato y en el pecho y provisto de un gran casco de pluma. Abrió, curioso, un trofeo antiguo que relucía desde la distancia. Y así fue cómo al abrirlo, obtuvo grandes hazañas, grandes recuerdos de su pasado. Lo que fuera que hubiera allá dentro, le hizo volver al pasado y expresarse con tan valerosas palabras:

 Oh dios, este messenger huele a tantos recuerdos. Es abrirlo, ver la cabecera naranja, abrir el primer contacto con su cabecera verde bambú y ver que está cerrado, desconectado. Esperar que su contacto esté escribiendo, esperar esa letra verde tan personal, tan a ti. Esperar y esperar, pero no hay ningún resultado. ¿Por qué? Me pregunto qué ha sucedido en este tiempo. Nos hemos olvidado completamente de esta herramienta de mensajes. La hemos suplantado como aquellos que se hacen mayores y son relevados por más jóvenes. Me da pena, mucha penita. Pero sé que el curso de la vida es éste: crecer para morir. Y nos tenemos que hacer la idea que hemos venido para disfrutar de este regalo que alguien nos ofreció, pero debemos aceptar que algún día, cualquier día, puede llegar nuestra hora de marchar a otro universo. De nuevo, no sé cuándo volveré a entrar ni porqué motivo lo haré, pero sí tengo en claro que entrar significa recordar, y también escribir, por qué no.


Lo cierto es que ahora mismo, estoy pensando que este formato me recuerda a buenos momentos, porque son aquellos, en general, los que se recuerdan mejor. Y es por eso que me inspiran la mente y el alma. Quizá haya encontrado un lugar donde iniciar mis combates de la vida diaria. Como un edificio enderrocado tras la guerra, pero en el que todavía se asientan sus cimientos y que también sabes, que puedes estar tranquilo, que nadie llegará para sorprenderte y asustarte. Curioso haber encontrado esto y verlo desde otro punto de vista. Gracias

Concluyó su estancia en la cueva y subió al exterior, como los esclavos de Platón para poder seguir respirando cada segundo de su vida, para seguir compartiendo sus ojos con los ojos de su amada, la que cabalgaba al galope hasta la Gran Ciudad para finalizar sus últimas pruebas de nivel para acceder al Gremio que ella misma soñó en pertenecer algún día.



~Todo por hoy~ 

Un saludo!!

1 comentario:

Natalia dijo...

Nene :)
Sabes que me tienes esperando!
Escribe algo, ánimo, un minidiario de abordo, algo que no te robe demasiado tiempo, algo especial, como todo lo que escribes, algo llano o algo simbólico.
Algo sobre la experiencia que supone tocar ante toda esa caterva de internacionales desconocidos :)
Escribe lo que te nazca del corazón y harás que sea bueno.
Te quiero