sábado, 24 de octubre de 2009

Sensaciones repentinas



...y de cómo comienzas a escuchar una canción, sin atención, esperando la frase que en otro sitio viste escrita, por curiosidad, por ver el contexto en qué está hecha, por analizarla sintácticamente si hace falta, pero no. Te sorprendes de cómo una canción puede hacerte saltar unas lágrimas que saben a cielo, que contienen una dulzura que nadie puede parar. Y la verdad, debe ser el estado de ánimo lo que incentiva esa reacción y el contexto en que la escuchas. Lo mejor de todo, es la espontaneidad, el dejarse llevar por la letra, por la melodía, el no esperarse dónde vas a llegar. Una sensación que recorre las autopistas del alma, que cada vez va más rápida hasta que colapsa y estalla. Y, la sensación continua, qué bonito fue, qué bonito ha sido, y es escuchar la sucesión de notas, de sílabas correcta y volverlo a sentir, una y otra vez...

Gracias por mostrarme un haz de luz más, uno entre tantos más.







Quiero donar tu sonrisa a la luna así que
De noche, que la mire, pueda pensar en ti
[...]
mi amor tan grande como el tiempo, en ti me pierdo
amor que me habla con tus ojos aquí enfrente
y eres tú
Eres tú
Eres tú…
El regalo más grande

1 comentario:

Natalia dijo...

:)

Si llegara ahora el fin que sea en un abismo, no para odiarme sino para intentar volar ¡y...!

y y y y y y y... You know ^^

¿Sabes? Ahora soy una seguidora oficial de este blog (¡o eso creo!)

Un besito de piruletaaaaaa