viernes, 1 de enero de 2010

Mirando por la ventana trasera... y decir Adiós





Cada año tiene sus elementos especiales, una frase con la que resumir cada uno, una frase que encierra muchos recuerdos, pero llegamos al 2009 y... el 2009 se recordará por un año cumbre, por uno de esos máximos que aparecen en las gráficas (el absoluto de momento). Digo de momento porque a medida que pasan los años, te das cuenta de que la verdad absoluta no existe, siempre se intenta buscar una verdad más parecida a la realidad, pero nunca igual. De esto te das cuenta en las clases, en la ciencia, en la literatura, el cine, las letras, la música, la historia... En cada ámbito del saber, en su menor medida contiene relaciones relativas, que hasta el momento son ciertas, pero quizá mañana, pasado o el otro esa verdad obtenga un relevo con otra más completa o general.


Es por eso que se hace difícil reducir a una única oración, un único motivo que describa este año que acabamos de dejar. Como poco, improbable. Es más, no haré el esfuerzo en intentarlo, prefiero que en momentos del día, de los meses, sea mi interior el que vaya desgranando, reviviendo esos pequeños y efímeros momentos. Pequeños momentos que estallan y se expanden por cada nervio a modo de escalofrío de tan solo pensar el significado, la textura y el color de cada instante. 


Es por eso que, tras un año tan tan tan.... _ _ _ _ _ (defínalo usted mism@) comienzan de nuevo los miedos, preocupaciones futuras, que vendrán y pasarán como todas las anteriores. La preocupación porqué no sean momentos tan agradables. El deseo siempre es que todo vaya a mejor, mejor de lo que ya es. La realidad a veces toma ese camino y, otras toma otro. Pero no tiene porqué ser todo tan negativo, de todo se puede extraer su parte positiva y, sobretodo, entender la porción que nos ayuda a aprender, a seguir con nuestras metas, con nuestros proyectos y hazañas personales que hacen que la persona crezca en sí misma y lo transmita al resto, a su alrededor. 2010 se presenta como tal, un año diferente, con los miedos al empezar, con las mismas preguntas sin respuesta del qué sucederá...y es así, porque la vida es cambio, y sin él, no habría vida. Que salga mejor o peor, eso lo comprobaremos después de haberlo vivido. 


Poco más por ahora, que acabéis de pasar un 2010  lleno de buenos recuerdos, a ser posible. Y recordad, sin los malos momentos, los buenos, no serían tan buenos.


PD: Mi principal propósito es disfrutar un poco más de la famiglia (entorno)! Y aprovechar el tiempo que pasa sin escrúpulos, a piño fijo, como si fuera la vida en ello..., y así es...




Un fuerte abrazo!


...por comprenderme,
y aceptarme tal como soy...






3 comentarios:

Sara dijo...

Me quedo con lo que has dicho "sin los malos momentos, los buenos, no serían tan bueno". Tienes mucha razón.

¡Feliz 2010!

Mirna Macondo dijo...

Momentos escalofriantes, temibles, tristes, buenos, bonitos, dulces, nacáridos, si es que existen... efímeros...
Me gusta también la frase que dice Sara, seguro que nos ayuda a sobrellevar las cosas mejor.
Un beso desde Marte
Mirna

Natalia dijo...

Conciencia y pensamiento positivo.
Sí, claro.
Yo qué sé, yo qué sé, yo qué sé.
El tiempo dirá, y tanto que dirá.

Un beso, piruleto.