miércoles, 16 de diciembre de 2009

Incondicional es su apellido




No sé si es la metamorfosis, si son las burbujas en que vivimos, o el frío de invierno, que cada vez me cuesta más enviar una entrada desde este lugar. Haremos un esfuerzo.



La cuestión de hoy quiere parecerse a una burbuja. Una burbuja que nace, que se crea, que vuela, que se deja llevar y estalla en mil pedazos sin saber muy bien porqué, una burbuja de jabón.

A veces me intriga, tan fácil que es aislarse en ella, arroparse a sus paredes, que te da todo lo que necesitas, que inhibe tu cuerpo de cualquier tarea porque ella lo hace todo, y... ¿el momento en que estalla?¿Dónde vas a parar? Vale bien, diremos que ya estoy con el miedo de cuándo va a estallar, que aproveche el momento mientras está surcando los cielos, dejándose llevar por el viento. Pero no, esta vez no es como en todas las otras. Una burbuja es más frágil que en cualquier situación anteriormente descrita. Una burbuja puede desvanecerse en cualquier momento, debido a su fragilidad, a sus enlaces peculiares.

Es por eso que no hay que dormirse en ella, ni quedarse de brazos cruzados. Hay que preparar el cuerpo, prepararlo a la caída, rodearlo de colchones si hace falta. Que no se convierta en un "todo me rebota" sino que, como persona, se esté preparado para lo que venga. Que tanto si ha de ser bueno como si ha de ser complicado, el aterrizaje tenga como consecuencias algunos rasguños a lo sumo, que con el tiempo se irán cicatrizando. Que el tiempo pone cada cosa en su sitio adecuado.

Por otro lado, es cierto que donde nace una burbuja, nacen miles a su alrededor. Y siempre hay alguna que está dispuesta a compartir una caída. Bien por afinidad, bien por aprecio, bien por amor, bien porque es así y no preguntes el porqué, pero siempre hay burbujas cercanas que estarán ahí al lado de la tuya, esperando el momento para ser de ayuda, arropándote, serviciales, burbujas que te ayudarán a amortiguar el golpe, a sopesar dónde es mejor caer o qué es mejor hacer mientras. Burbujas que te seguirán donde vayas, con la decisión que tomes. Creo que la palabra es burbuja incondicional.

Y pienso, que por esos pequeños detalles, vale la pena seguir luchando, reuniendo fuerzas dentro de esa esfera, segundo tras segundo, día a día. Siguiendo y labrando un camino, que en momentos de la vida parece un túnel sin final, pero que con el tiempo, el túnel da paso a un nuevo día y el Sol,, vuelve a lucir en pleno esplendor, radiante como siempre.



...y echar a volar

2 comentarios:

Sara dijo...

¡Qué preciosidad! Me encanta lo de "burbuja incondicional" ;)

Mirna Macondo dijo...

Burbuja incondicional...
:)
¿Me dejarás escribir un poquito sobre eso?
Me ha gustado mucho este texto, es muy relajante y anima un poquito los días de nubes.