sábado, 6 de junio de 2009

Verdades a medias



Haciendo un "Kitkat" en la saga de "Él y sus cábalas" quiero hacer un comentario sobre el documental que anoche un amigo me invitó a ver y que lo he dejado en la sección de Entretenimiento, así que si quereis ver por dónde van los tiros de mi análisis, desde una opinión como otra cualquiera, podéis ver unos minutos del mismo, o si os interesa, verlo completo. Nota: la primera parte es la única que no está subtitulada.

Para empezar, el título es sugerente, ya que después de tanto bombardeo informativo y catastrófico que hemos recibido a lo largo de tanto tiempo y durante estos últimos años, que alguien te diga que todo esto es mentira, pues causa curiosidad, si más no.

Por lo que puedo entender, el emblema o el icono principal de la teoría del calentamiento global, son las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera con el consiguiente incremento del efecto invernadero. Con lo cual, los rayos que llegan del Sol rebotan en la superficie terrestre y precisamente estos gases de efecto invernadero mantienen el calor cerca de la superficie. Este efecto es imprescindible para mantener la temperatura de la Tierra. Pero bien, lo que defienden las primeras potencias mundiales, el incremento desmesurado de las emisiones de CO2 a la atmósfera por la acción humana, resulta no ser el causante, o al menos, la primera influencia para que ocurran tormentas descontroladas, inundaciones, sequías, huracanes en épocas no habituales o el deshielo de los casquetes polares. Y el porqué el CO2 no es el causante de estos fenómenos lo explican muy claramente en el documental.

Como se supone que ya lo habéis visto, es realmente lógico que una estrella infinitamente más potente que cualquier fenómeno que pueda provocar el ser humano, sea el que decida el calentamiento o no de un planeta que está relativamente cerca. Y como la misma historia, que sirve para entender los hechos políticos y sociales en la actualidad, es necesario que la historia climatológica tenga muestras de eras o épocas en que la Tierra ha tenido una mayor o menor temperatura global. Y así es, pues los datos mostrados de la relación Temperatura-Actividad Solar son más fiables que, por otro lado, la relación CO2-Temperatura.

Como se ve en el documental, la politización del calentamiento global desde la misma Margaret Thatcher ha sido un problema para encontrar realmente la verdad del CO2. Toda esta campaña se ha convertido en propaganda política. De hecho, me quedo con una frase "Si mi carro no funciona bien voy a ignorar el motor, que es el sol, voy a ingnorar la transmisión, que es el vapor de agua y voy a fijarme en un chapote en la llanta derecha trasera, que es el CO2 producido por el hombre. Así de mal está la ciencia."

Tras ver el documental me quedé con un mal sabor de boca, pensar que el CO2 no es el problema del "calentamiento global" (que no tiene que ver con la actividad humana), no soluciona que la deforestación de los bosques, la contaminación de ríos, mares y océanos, la caza descontrolada y la consiguiente extinción de fauna y flora siga su camino a la destrucción. De hecho que la temperatura aumente, que los polos se derritan no son datos objetivos sino, fenómenos periódicos que sirven de precedente a los medios de comunicación para vender y causar pánico en la sociedad. Y es que no es lo mismo decir que los hielos del polo se estan derritiendo como cada año durante la época primaveral que decir que habrá un aumento del nivel de los océanos debido al deshielo inminente, mostrando imágenes del mismo.

Pues bien, en este sentido el documental sirve para darse cuenta de la mentira que han vendido los gobiernos en cuanto a la causa del calentamiento global. Hasta ahí, el documental vale la pena. Pero hay que decir que la mentira, ha mostrado a la sociedad que la actividad humana sí que influye en el medio ambiente porque no se deben malgastar los recursos que la Tierra nos proporciona y dañarla de la forma en que se está haciendo en estos últimos años tendrá repercusiones en el futuro.

En definitiva, de un bando u otro, todo son verdades a medias. Y al final de la cuestión, cada uno tiene que hacer un balance personal y quedarse con lo mejor de los dos.




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