Se levanta de la cama, se encaja el batín de invierno, se calza sus zapatillas de estar por casa y acelera su cuerpo por el pasadizo que lleva a la terraza. En el umbral, un tocadiscos de los años 50; en el tocadiscos, un vinilo. Echa la vista al horizonte y tan solo ve tonos azulados, ni una nube, tan despejado; ni un soplo de aire, todo tan calmo... Las olas, el choque contra las rocas más abajo de la terraza. El umbral, el tocadiscos, el vinilo, el brazo fonocaptor, la colisión entre el vinilo y este último, la reproducción:
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