viernes, 29 de agosto de 2008

Una dulce esperanza


Buenas noches. Pues hoy va de relatos. Anoche estuve en una cena exquisita, en una terraza cerca del mar donde se veía todo el paseo marítimo de noche, precioso. Aunque me faltó la luna llena (¿tendré descendencia de hombres lobo o tal vez sea un romántico? Quién sabe...) Pues bien, ojeando una revista durante la tertulia después de la cena, encontré un artículo de David Cantero (presentador de los Informativos de TVE). Un artículo que me llamó la atención y me puse a leerlo. Mientras lo leía me sentía muy identificado con el protagonista y bien , pensé que no podía perder tal relato entre esas páginas, así que decidí echarle una foto con el móvil (menudas tecnologías de hoy en día) para luego pasarlo al Word y tenerlo de recuerdo. Y ya que lo he pasado al Word pues voy a compartirlo aquí para los que quieran leerlo. Opinad si tenéis tiempo (que últimamente se ve que está muy cotizado). Y para los que no quieran leer la siguiente parrafada, aquí acaba mi post de hoy:


una dulce esperanza


A VECES LAS PALABRAS VAN Y VIENEN, LLEGAN Y TIENEN PRISA Y TENGO QUE ATENDERLAS, escribirlas, si no quiero perderlas y olvidar. Hoy deseo contarles algo que sucedió ante mis ojos la noche que la Selección Española pasó de cuartos, una zancada inesperada que convertiría a España en campeona de Europa. A lo mejor también escribo esto por no sucumbir a alguna recóndita nostalgia. Poco antes de que comenzara el partido leí o escuché en alguna parte una cita de uno de mis autores favoritos, Fernando Pessoa: “Si escribo lo que siento es porque así disminuyo la fiebre de sentir”, era algo así. Qué descripción tan acertada, tan precisa, pensé. La frase está sacada de una obra fascinante, El libro del desasosiego. Me encanta esa palabra tan llena de eses. Tal vez mi añoranza sea así, sinuosa, esbelta y garbosa como una ese mayúscula.

La escena la contemplé poco antes de que se desatara la euforia colectiva por la gran victoria roja. Una pareja se besaba al otro lado de la calle, apoyada en mi coche. Ella era bellísima, tenía una indescriptible sonrisa, una mirada inenarrable. A él apenas pude verle, estaba de espaldas, pero parecía apuesto. La fragante pareja estaba absorta en una comedida aunque inmensa pasión. Sus cuerpos se apretaban uno contra otro con elegancia, movidos por impulsos de amor, retraídos todavía por la prudencia. Tal vez gemían los dos de placer cuando se oyó un rugido insólito, un grito roto y unánime que pronto se convirtió en alboroto en las calles hasta ese instante desiertas. Una marabunta de humanos eufóricos y fervorosos empezó a llenarlas.

ME PERTURBÓ AQUEL GENTÍO, ESA INESPERADA TORMENTA, TAN FEBRIL REACCIÓN. ­­­­­­­­­

Pedí la cuenta por largarme cuanto antes del jaleo. Mientras pagaba, ellos seguían allí, perdidos en el universo, ajenos por completo a la algarabía, a esa alegría insultante que parecía haber contagiado a toda la humanidad. Era evidente que se amaban. Los dos se seducían dentro de una burbuja de apasionada serenidad como si nada sucediera a su alrededor. En torno a ellos iban en aumento los bocinazos, los cánticos ramplones, la ya celebración de muchos, como si todos hubieran sudado la camiseta en el campo. Pero en esa noche absurda, en ese instante disparatado, mientras la mayoría aclamaba la victoria de once hombres en un partido, esa hermosa pareja ganó otra partida bien distinta, la de la pasión y la ternura, la del amor. Me dieron ganas de aplaudirles.

SU IMAGEN ME ACOMPAÑA COMO UNA DULCE ESPERANZA. Cuando el camarero trajo el cambio ya se habían ido. Desaparecieron casi de improviso, cada uno por un lado, alargando una última caricia en la punta de sus dedos. Quizás volvería a encontrarse pronto, en un lugar más apropiado, o a lo mejor se despidieran para largo. Junto al coche, justo donde ellos se mimaban poco antes, encontré una hoja doblada, supuse que se les habría caído. La letra era del hombre. Busqué entre la multitud aun a sabiendas de que sería imposible encontrarlos, que jamás los vería de nuevo. Ojeé la nota en un acto de inocente curiosidad, créanme. Eran pocas líneas y sólo leí la última, ponía: “… si te escribo es para aliviar esta altísima fiebre de sentir… ¡Te quiero!… ¡Vuelve pronto!”. ¡Qué casualidad! Me quedé muy impresionado. Dejé la nota en el suelo, justo donde estaba, y me marché buscando mi silencio. Tal vez esas palabras encontrarían un destino y a su destinataria.




~Todo por hoy~


Atte: Carlos




martes, 26 de agosto de 2008

Huele a Septiembre: Un regalo, un recuerdo.


Y es que cada vez que anochece, huelo la brisa mientras observo el paisaje nocturno, la panorámica de Castellón a lo lejos, un horizonte lleno de lucecitas centelleantes como aquellas de la Tour Eiffel que iluminan durante diez minutos cada hora a aquellos transeúntes que van a visitarla, la ciudad del amor.

Y mientras cierro los ojos observando ese baile de luces, se hace notar un frescor otoñal, una brisa llena de recuerdos, y pienso...

¿Y cómo el tacto y el olfato pueden transmitir tal sensación? Pues esa brisa huele a lluvia, qué fenómeno tan especial, lluvia de Septiembre. Eso significa que todo acaba...
¿Por qué? Porque cuando llega Septiembre todo comienza otra vez. Volvemos a la rutina, a lo mismo de siempre...
¿Y eso es bonito? Sí, eso es genial. Porque resulta que la rutina no existe, el volver a empezar no es cierto. Todo va a ser diferente, todo...: compañeros, clases, estudios, cotilleos, telenovelas (eh??jj); nada puede ser igual al curso pasado, y es por eso que la rutina tampoco puede existir cuando todo va a ser nuevo otra vez.
¿No tienes miedo a que todo sea diferente: tus amigos, compañeros...? No, no hace falta cambiar de amigos ni compañeros para que sean diferentes, porque las personas cambian en su interior. De un día a otro una persona ya no es la misma que el día anterior, es por eso que serán diferentes aunque... en una cosa no cambiarán, y es que para lo bueno y para lo malo siempre estarán ahí. (oh dios inspiración divina ><).

Y es que cada día es un regalo, ¿no es eso una sorpresa?... Entonces... ¿Quién puede hablar de rutina si cada momento es una sorpresa...?

Resulta que los regalos tienen una propiedad, y es que quedan grabados en la retina, en el recuerdo. Regalos estivales recordados para siempre, que nunca volverán a ser iguales, porque todos y cada uno de ellos son únicos... Eso son, recuerdos.

Recuerdo... esas mañanas de tenis, esas piscinas a mediodía, esas tardes de playa, o bici, o de helados, esas noches hasta el amanecer bailando sin parar y no despertar hasta la hora de comer, el calor de esas siestas infinitas, ¿qué decir del ping-pong?... tantos momentos inolvidables...

Y acabo durmiendo, cayendo en un sueño que no termina hasta el primer rayo de luz que asoma nuestra bola de fuego por el horizonte del Mediterráneo.


Por todo lo que viene, veo que esto acaba... huele a Septiembre. Despedidas, añoranzas, melancolía, en definitiva, hasta otro verano, el cuál volverá a traer cosas nuevas... Dios mediante.

Ahí va
Inolvidable - Laura Pausini




~Todo por hoy~



Atte: Carlos

domingo, 24 de agosto de 2008

Algo de clásica


Qué decir de la música clásica, una delicia para escuchar y un placer poder tocarla. Está claro que para gustos colores, y yo os propongo un tipo de música que en la actualidad sólo un grupo reducido de la población se siente indentificado con ella. Una población que, a menudo, es calificada de aburrida y sosa por parte de gente que no ha tenido la oportunidad de apreciar o entender esta música y por esos motivos utiliza calificativos algo pobres porque, en realidad, cuando algo no entendemos, nos aburre.
Un ejemplo claro son las clases: hay gente que se aburre al no entender la lección y por no entender algo, no digamos que no nos gusta. Sería mejor intentar entenderlo pero bien, la vagueza hace presencia y cada uno se queda con lo suyo.

Es un hecho que otros géneros como el pop, rock, heavy, techno... (no acabaríamos de enumerar en unos días...) superan en creces la popularidad de la clásica debido a que son divertidas, sencillas y fáciles de asimilar para la mayoría en la cuál me incluyo. Es cierto que hay música moderna muy buena pero no por ello debemos menospreciar la clásica, porque cuando empiezas a analizar la armonía que lleva oculta cada obra de grandes compositores de música clásica te maravillas de cómo una persona es capaz de hacer tal composición y el placer de sentir la melodía en tus oídos, en todo tu interior.

Y bueno os dejo un video de Youtube (cómo no) del primer movimiento de la "Patética" de L.V.Beethoven interpretada por Freddy Kempf en el "Seoul Arts Center" en Corea.






Es el primer movimiento de la Sonata Op. 13 nº8 dedicada al príncipe Carl von Lichnowsky. Una Sonata que mis vecinos aburrirán los próximos meses de tanto oirla. Disfrutad de los próximos 10 minutos escuchándol
a. Y si no os habéis cansado, seguid con el siguiente movimiento. Y esto es todo por hoy.


[... Porque estas ansias de vivir
No caben en una canción
Porque no importa el porvenir
Creímos en el Rock & Roll
Un vuelo kamikaze a la eternidad
La estela de su paso quedará...]


Atte: Carlos

viernes, 22 de agosto de 2008

Significado del título


Bien, pues podemos comenzar explicando el significado de este lugar creado por un servidor. Realmente no me decidía por poner un nombre que me identificara hasta que pensé en lo que hago en una gran parte de los momentos cotidianos, propios
de la monotonía invernal en los cuáles nos sumergimos en una rutina que no termina hasta que acabamos las clases. Así pues, mientras me desplazo de un lugar a otro, estudio, escucho música, veo la televisión... se tiende a hablar para uno mismo, es decir, pensar. Son esos momentos fugaces en los que el individuo no tiene a nadie más que a él a su lado y, aprovecha para reflexionar sobre tantas cosas que le preocupan, hasta que a veces se bloquea. Es cuando la monotonía aparece en su totalidad. Hace que las personas dejen de pensar, comportándose como máquinas repetitivas y, para ello, lo mejor que se puede hacer es tomar un "kit kat", un tiempo, unas vacaciones, dilo como quieras. Y te digo yo, que si no se toman, el cuerpo te lo pedirá manifestándose de diferentes maneras. El cuerpo, la mente, son sabios y en contacto con la naturaleza y la vida en su mayor grado de abstracción llegan a actuar por uno mismo cuando el individuo no se da cuenta.

Como conclusión y sin irnos por las ramas, ¿qué es pensar si no hablar con tu interior?... Hablar en silencio. No te abandones al mundo. Vívelo como si fuera el último día...




Atte: Carlos

El comienzo


Hola!! Aquí Carlitos al teclado. Con esta primera entrada doy como inaugurado este blog, el cuál tendré que alimentar con las diferentes entradas que pondré cuando tenga algo que decir al mundo sobre diferentes temas que me preocupan.


Atte: Carlos